La relación entre cambio climático y aumento de enfermedades infecciosas es tan evidente como la importancia del concepto Una Salud para prevenir y contener futuras pandemias, que las habrá, porque los patógenos no conocen fronteras. Esta sencilla afirmación debería ser la principal conclusión extraída de la experiencia que hemos tenido, y aún hoy tenemos, ante el SARS CoV2, que ha demostrado las debilidades de un sistema nacional de salud que apuesta casi en exclusiva por lo asistencial y sigue marginando algo tan primordial como la salud pública.