En perspectiva: acerca de las últimas previsiones económicas relevantes

Durante las últimas semanas se ha producido un nuevo consenso en torno a la revisión a la baja del crecimiento económico esperado a nivel global, europeo…

Durante las últimas semanas se ha producido un nuevo consenso en torno a la revisión a la baja del crecimiento económico esperado a nivel global, europeo y de España en el 2023, una vez descontado el aplanamiento de la actividad en el último trimestre de este año.

Los principales organismos e instituciones nacionales e internacionales coinciden en la persistencia de la inflación elevada de los precios de la energía el próximo año y su impregnación al resto de bienes y servicios, la incertidumbre generalizada que introduce los acontecimientos de la guerra de Ucrania, y el endurecimiento de las condiciones financieras y volatilidad en determinados mercados financieros y de materias primas.

Ante todo ello, para conformar una panorámica acerca de dónde estamos y hacia dónde nos dirigimos en lo económico, es interesante realizar un breve repaso sobre lo publicado, las recomendaciones principales y el impacto sobre nuestras expectativas.

LA COMPLEJIDAD DE LAS EXPECTATIVAS Y SU ¿AUTOCUMPLIMIENTO?

Antes de entrar en materia, como ciencia social, la economía depende en buena medida de las expectativas que albergan los agentes socioeconómicos, es decir, las empresas y los hogares. Estos se nutren del grado de confianza y certidumbre que refleja el rumbo político, son sensibles a la seguridad y previsibilidad del ordenamiento jurídico, y deciden el momento y volumen de sus inversiones y consumo (y preferencias sobre el ahorro) de mayor o menor riesgo en función de la facilidad de acceso a la financiación, la estabilidad laboral o las perspectivas que muestra el nivel de precios.

Por ejemplo, es relevante que los bancos centrales anclen las expectativas de crecimiento de la inflación —al menos, la inflación de demanda— mediante la subida de los tipos de interés de referencia para evitar la formación de burbujas en determinados mercados.

Las previsiones de crecimiento económico para nuestro país en el 2023 se mueven en un rango que va del 0,6% más pesimista de Goldman Sachs, al 2,1% más holgado que reveló el Gobierno.

Con todo, la influencia del consenso institucional y analítico respecto a la evolución de la economía sobre la parte más conductual no tiene una relevancia menor. Si bien, hay datos económicos objetivos que apuntan a un deterioro de la actividad durante los próximos meses, parte de su desarrollo podría ser reflejo de un perfil más conservador de los agentes socioeconómicos al observar dichas previsiones. En cualquier caso, lo deseable es conocer con precisión el curso y previsión de los indicadores macroeconómicos con el propósito de suministrar el mayor criterio y así tomar decisiones más prudentes y eficientes.

Hasta el momento, pese a que los datos presentan moderación de la actividad en nuestro país, el mercado laboral sigue un patrón relativamente estable y podría sugerir que la ralentización o, incluso, de producirse la recesión ‘técnica’ —dos trimestres consecutivos de crecimiento intertrimestral negativo— sea más moderada y con una recuperación más rápida. No obstante, todo ello dependerá en gran parte del escenario bélico en el este de Europa, y la gestión técnica, política y económica de los mercados de materias primas y la energía.

EL CRECIMIENTO ECONÓMICO DE ESPAÑA BORDEARÍA EL 1% EN EL 2023

Las previsiones de crecimiento económico para nuestro país en el 2023 se mueven en un rango que va del 0,6% más pesimista de Goldman Sachs, al 2,1% más holgado que reveló el Gobierno. Este último dato se anunció en octubre por el ejecutivo en el marco del Proyecto de Presupuestos Generales del Estado; si bien, de no cumplirse, comprometería la estimación de ingresos y gastos como manifestó la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF).

De todos modos, el grueso de las estimaciones se sitúa en torno al 1%. En sus Previsiones Económicas de Otoño, la Comisión Europea calculó que nuestro crecimiento el próximo año sería del 1% respecto al 2,1% previo que ponderó este verano. Marco que derivaría de un deterioro esperado de la actividad durante el último trimestre del 2022 y que solo comenzaría a recuperar vigor a partir del segundo semestre del 2023 gracias a la moderación esperada de los precios que permitiría la reactivación del consumo privado y el turismo. A su vez, ponderaba el valor de las reformas e inversiones del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para impulsar la demanda agregada.

Según el FMI el impacto favorable de la Ley de Startups y de la Ley Crea y Crece dependerá de los detalles específicos de diseño y ejecución.

Algo más optimista fue el Fondo Monetario Internacional (FMI) en sus Perspectivas de la Economía Mundial al prever en octubre un crecimiento para nuestra economía del 1,2% en el 2023; dato inferior en ocho décimas sobre el último conocido en julio. En tal sentido, el organismo proponía mantener el rumbo actual de la política monetaria de los bancos centrales de subir los tipos de interés para contener la inflación y en conjunción con las herramientas de política fiscal para aliviar las presiones del coste de la vida a los más vulnerables.

Igualmente, a finales de noviembre el FMI publicó los resultados de la visita anual a nuestro país correspondiente al 2022 en el marco de la misión del Artículo IV del organismo. Y entre sus recomendaciones apuntaba la importancia de «mantener las políticas centradas en elevar la productividad a fin de mejorar los niveles de vida, ayudar a reconstruir los colchones fiscales y lograr que el crecimiento sea inclusivo». Con todo, según el FMI el impacto favorable de la Ley de Startups y de la Ley Crea y Crece dependerá de los detalles específicos de diseño y ejecución.

La influencia del consenso institucional y analítico respecto a la evolución de la economía sobre la parte más conductual no tiene una relevancia menor.

En esta línea, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) manifestó en sus Perspectivas económicas en noviembre que nuestra economía podría crecer un 1,3% el próximo año, casi un punto menos de lo que estimó en junio. Para la OCDE, el menor pulso de la inversión privada seguirá escaso durante los próximos meses ante el deterioro de las perspectivas de la demanda interna y externa (exportaciones) y el aumento de los costes de financiación por la acción de los bancos centrales.

Por ello, aboga por una gestión oportuna y eficaz de los fondos NextGenerationEU como clave para la recuperación en materia de inversiones, productividad y progresos en la transición ecológica.

RECUPERACIÓN A PARTIR DE PRIMAVERA DEL 2023 Y CAMBIOS EN LA ESTRUCTURA FINANCIERA DE LOS HOGARES Y LAS EMPRESAS

Desde nuestro país, el Banco de España publicó en octubre sus Proyecciones macroeconómicas 2022-2024 en el que rebajó nuestro crecimiento para el 2023 hasta el 1,4% debido a la ralentización económica global. La restricción de acceso y encarecimiento de la financiación, la inflación, la incertidumbre bélica y sus interacciones con la crisis energética europea explicarían este balance por acontecer. Solo a partir de primavera, en línea con la Comisión Europea, la actividad volvería a recuperarse conforme al supervisor bancario nacional.

También conocimos este mes que según el Observatorio Financiero del Consejo General de Economistas nuestra economía solo crecería un 0,9% en el 2023. Todo ello como consecuencia del menor rendimiento en el tercer trimestre del Producto Interior Bruto (PIB) que solo avanzó un 0,2% intertrimestral, el nulo incremento esperado para el cuatro trimestre y la caída esperada durante el primer trimestre del 2023 como resultado de la debilidad prevista en la demanda interna y las exportaciones. A su vez, el esperado incremento de los costes de financiación en los próximos trimestres ya influiría en la estrategia financiera de los hogares y las empresas, pues, como refiere, se observa un incremento de nuevas operaciones frente a las amortizaciones dando lugar a un mayor saldo vivo del crédito.

Mientras, el panel de Funcas, formado por una encuesta realizada entre 19 servicios de análisis, anunció en noviembre que espera un crecimiento de la economía española del 1,1% en el 2023. No obstante, ante las adversidades que enfrenta el escenario economía, opone el buen tono del mercado laboral hasta el momento, y el superávit externo como factores de resistencia.

Eugenio Sánchez Gallego, responsable del departamento de Economía de Unión Profesional.