La movilidad de los profesionales entre las prioridades de los acuerdos comerciales que negocia la UE

XVII Comisión Consultiva de Negociaciones Comerciales Internacionales Mejorar y aumentar la movilidad internacional de los profesionales europeos a través de acuerdos de reconocimiento mutuo en los…

XVII Comisión Consultiva de Negociaciones Comerciales Internacionales

Mejorar y aumentar la movilidad internacional de los profesionales europeos a través de acuerdos de reconocimiento mutuo en los tratados comerciales que negocia la Unión Europea (UE) fue una de las principales conclusiones que se pueden extraer de la XVII Comisión Consultiva de Negociaciones Comerciales Internacionales que organizó el Ministerio de Economía y Competitividad el 16 de octubre.

«La Unión Europea tiene actualmente veinte negociaciones comerciales abiertas con más de cincuenta países». Así reflejó el ímpetu de la UE de incrementar su influencia a nivel global,  Marisa Poncela, Secretaría de Estado de Comercio, durante la XVII Comisión Consultiva de Negociaciones Comerciales Internacionales del Ministerio de Economía y Competitividad (MEC). Durante su intervención, puso en valor el desempeño de la economía española en la que «el 33% del PIB lo aporta el sector exterior», y convierte a nuestro país «en el segundo más abierto de la UE solo por detrás de Alemania».

Asimismo, destacó que más del 50% de los ingresos por servicios corresponden a servicios no turísticos. A tal efecto, puso el acento en la Estrategia de Internacionalización 2017-2027 aprobada el 8 de septiembre por el Consejo de Ministros que marca por primera vez una estrategia a largo plazo cuyo objetivo es que «los buenos datos del sector exterior no sean coyunturales, sino estructurales».

También citó los preparativos de la próxima Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) de diciembre en Buenos Aires, subrayó la entrada en vigor del Acuerdo de Facilitación de Comercio en febrero que permite una «simplificación extraordinaria de los acuerdos aduaneros» de los miembros de la OMC, y realizó una síntesis sobre los acuerdos comerciales que se negocian. Finalmente, señaló los dos grandes retos a los que se enfrenta la política comercial europea durante el 2017. Por un lado, el brexit, donde señaló las grandes dificultades en materia política y financiera que atraviesa el proceso, y por otro lado, la posición «pasiva, y beligerante» de EE.UU. para generar consensos de carácter comercial.

Acerca de la Estrategia de internacionalización 2017-2027 y la XI Conferencia Ministerial de la OMC

Posteriormente, José Luís Káiser, Director General de Comercio Internacional e Inversiones, abordó más en detalle la Estrategia de Internacionalización 2017-2027 de ejecución bienal, y cuyo plan para 2017-2018 también fue aprobado. En esta línea, describió los seis puntos principales de dicha estrategia: ofrecer apoyo más adaptado a las necesidades de empresas, incorporar la innovación, la tecnología, la marca y la digitalización, desarrollar el capital humano, aprovechar las oportunidades de las negociaciones derivadas de la política comercial común, potenciar la captación y consolidación de inversión extranjera de valor añadido, y reforzar la coordinación y la complementariedad de las actuaciones de todas las administraciones y con el sector privado.

Ya en la parte de la XI Conferencia Ministerial de la OMC que se celebrará del 10 al 13 de diciembre en Buenos Aires, Rocío Frutos, de la Subdirección General de Política Comercial con Europa y Productos Industriales, definió que tendrá tres ejes: ayuda en agricultura y subsidios a la pesca, la reglamentación nacional de servicios y, además, se intentará lograr acuerdos en áreas donde existe consenso como el comercio electrónico. De este modo, aludió al encuentro previo de octubre en Marrakech donde se pudieron preparar los temas que se tratarán y en donde hubo avances. Sin embargo, el contraste es evidente entre el liderazgo que ha asumido la UE en la presentación de propuestas en casi todos los ámbitos frente a la pasividad mostrada por EE.UU. que dificultaría lograr mayores consensos en dicha conferencia.

La ratificación del CETA, el bloqueo de Mercosur y el avance con México

En relación al estado actual de los acuerdos de la UE con los países al otro lado del Atlántico, Antonio Sánchez, responsable de la promoción comercial española en Uruguay del ICEX, mostró las principales novedades que les atañe, donde el denominador común para las profesiones radicó en destacar la mejora de la movilidad que dispondrán. En este sentido, acerca del Acuerdo Económico y Comercial Global con Canadá (CETA, en inglés) recordó la entrada en vigor provisional de su pilar comercial el pasado 21 de septiembre, si bien, aún queda la ratificación por los Parlamentos nacionales comunitarios del pilar de inversiones, que llevará un tiempo a su juicio. En el caso de España, «debería estar aprobado antes de finales de año». En cuanto a los beneficios, apuntó que se realizará un esfuerzo de su difusión. A mediados de noviembre se celebrará un acto principal de información para todos los sectores y, a continuación, se recorrerá la geografía española con el mismo motivo. En definitiva, un tratado que pretende ser «modelo para otros acuerdos».

Respecto a la asociación con el bloque Mercosur, basado en los pilares de diálogo político, cooperación y comercio, se encuentra en un momento delicado después de la última ronda negociadora del 2 al 6 de octubre en Brasilia. El sector agroalimentario sin consenso en materia de vacuno y bioetanol, o los periodos de liberalización previstos son los principales escollos para progresar. El compromiso conllevaría acceso a compras públicas en todos los niveles de la administración, o la eliminación de barreras no arancelarias. Con todo, en el calendario, están marcadas dos rondas más después de las cuatro ya celebradas. La primera será a comienzos de noviembre de nuevo en Brasilia donde se espera que haya intercambio de ofertas de bienes y servicios, lo que será clave según Káiser y, la última ronda tendrá lugar en Bruselas. El objetivo sería presentar el acuerdo cerrado en el seno de la OMC en Buenos Aires.

De otra parte, las relaciones con México arrojan mejores perspectivas para cerrar a finales de este año la modernización del acuerdo que se inicio entre los años 2000 y 2001, y que desde el 2016 tomó un nuevo impulso debido, entre otros factores, al interés mexicano ante la posición de EE.UU. en el acuerdo NAFTA. Sobre los posibles beneficios que reportaría reforzar esta alianza, los flujos de comercio podrían aumentar entre un 17% y un 75% en función del escenario que se considere. Entre los sectores comunitarios que se verán más beneficiados de esta actualización estarían el del automóvil o los productos químicos y, en cualquier caso, se ampliaría el acceso a mercados de bienes y servicios, de inversiones, de movimiento de profesionales, de contratación pública, derechos de propiedad de intelectual, etc. También se contemplan esferas de coordinación en asuntos como energía, igualdad de género, derechos humanos, o desarrollo sostenible. Mientras, la próxima ronda se celebrará en la semana del 13 de noviembre.

Progresos más consolidados con Japón, Singapur y Vietnam

En el bloque de negociaciones con los países asiáticos, María Aparici, de la Subdirección General de Política Comercial con Europa, Asia y Oceanía, efectúo un breve repaso sobre las últimas noticias y estado en el que se encuentran. La relación con Japón, que ya cuenta con un acuerdo político desde julio, está centrada en la eliminación de barreras no arancelarias y en mejorar el acceso a los mercados de contratación pública. Particularmente, en lo que respecta al comercio de servicios, señaló que ha sido prioritario, con avances los cuatro modos de servicios que recoge la OMC. Distinguió el Modo 3 de establecimiento físico con inversión, el Modo 1 de prestación de servicios transfronterizo, o el Modo 4 de movilidad temporal que incluye un artículo de reconocimiento mutuo, en el que los sectores tendrán que acordar en qué términos se desarrollará para después ser analizado por los países. No obstante, aún hay temas abiertos como la resolución de disputas sobre inversiones o el flujo de datos. Para el futuro de este acuerdo, Aparici anunció que «la idea es que pueda entrar en vigor antes del 2019, con la fecha límite de las elecciones al Parlamento Europeo en mayo del 2019».

En segundo lugar, sobre Singapur describió los fuertes lazos comerciales con la UE, cuyo acuerdo después de nueve rondas negociadoras finalizó en el 2012 en la parte de protección de inversiones y en el 2013 en el acceso a mercados de bienes y servicios. Un acuerdo que se vio afectado por la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que determinó cuáles eran las competencias nacionales y comunitarias para negociar acuerdos comerciales. De sus principales beneficios, incidió en que abarcan no solo a los exportadores de la UE, sino también a las 9.000 empresas europeas que ya están establecidas en el país asiático. Además, incluye la posibilidad de acuerdos de reconocimiento mutuo.

En cuanto a la relación con Vietnam puso énfasis en su mercado creciente para la UE donde las relaciones comerciales ya son relevantes. Las negociaciones comenzaron en junio del 2012 con 14 rondas celebradas y rubricada en diciembre del 2015. Actualmente, los textos están bajo revisión legal y se espera que su entrada en vigor se produzca en el 2018. En cuestiones arancelarias se espera que el desarme se complete en un plazo de siete años donde llegaría al 99,2%. Del resto, en los derechos de propiedad intelectual existe un alto nivel de protección, se abrirá la contratación pública y mejorará sustancialmente el acceso de las empresas europeas en servicios profesionales, banca, seguros o servicios ambientales, entre otros.

Perspectivas de futuro y apunte sobre el TTIP

El propósito de la UE no queda ahí, pues como enunció la propia Poncela, también se prepara la modernización del acuerdo con Chile en la misma línea que con México. De igual forma, ya se gestionan contactos iniciales con Australia y Nueva Zelanda. Finalmente, sobre el TTIP entre la UE y EE.UU., Káiser manifestó que en estos momentos se busca acordar una «agenda positiva» para progresar en los próximos meses, si bien, reconoció que con la actual administración americana es difícil que se puedan reabrir las conversaciones.