Si tomamos la definición de medio ambiente de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Humano (Estocolmo, 1972) —“el conjunto de componentes físicos, químicos, biológicos y sociales capaces de causar efectos directos o indirectos, en un plazo corto o largo, sobre los seres vivos y las actividades humanas”—, vemos que esta cuestión va más allá de la propia naturaleza.